1- La aplicación de los conocimientos neurocientíficos que, desarrollados con otra finalidad, son potencialmente útiles para mejorar la práctica del diseño.
2- La utilización de métodos o herramientas de investigación neurocientífica para el desarrollo y evaluación de productos de diseño, siempre anteponiendo el beneficio del usuario.
3- El desarrollo de nuevos productos de diseño a partir de la aplicación innovadora de dispositivos desarrollados con fundamentos neurocientíficos.